I'm not way too good at goodbyes
Me he pasado la vida queriendo cambiarlo todo. Inconforme, con lo que soy, con lo que tengo, con quienes me rodean. Me permea una sensación de insatisfacción que ha llevado a que en muchas ocasiones sienta que me gané la lotería para ser la más de malas. Y creo que al final, ese se volvió mi mindset, pensar que mi vida es una mierda y tomar decisiones que cada día me confirmaran esta “verdad” que yo misma me encargué de construir. Me pasaba los días quejándome y anhelando tener la vida de cualquiera, menos la mía.
Ahora, que estoy en proceso de deconstrucción o mejor dicho, de re construcción de quien soy, sé que esta historia que había creado alrededor de mi vida no es cierta y aceptarlo, ha sido todo un reto, porque claro, es mucho más cómodo echarse a la suerte y esperar a que en la vida todo pase a manera de milagro, que hacerse responsable y construir la vida que se quiere vivir.
Creo que la parte más retadora es aceptar todos los cambios que llegan con este proceso. Aceptar que la vida es agridulce, que nada es permanente y que todo tiene su tiempo. Dejar ir a quien uno creía ser y darle la bienvenida a la nueva versión it’s so scary, porque aunque es una situación inevitable, es bastante retador a nivel mental aceptar todo lo que el cambio trae consigo.
Siento mucho miedo de reconocerme hoy, de mirarme a los ojos y sentirme orgullosa por todo el trabajo que he hecho, pero repito, es inevitable. La vida, dios, mi higher self me pedían a gritos dar este salto cuántico para poder habitar un siguiente nivel en mi vida y aquí estoy, dándome la bienvenida, conociéndome de nuevo, aprendiendo a tenerme paciencia y cultivando la aceptación.
Till the next time,
M <3